Cómo gestionar emocionalmente el aislamiento social:
- Armarse una rutina. Establecer tiempos para distintas actividades para que los días tengan un orden.
- Si se hace en familia, distribuirse tareas, juegos. Acordar entre todo el grupo las rutinas que tendrán.
- No pasarse todo el día en pijama. Vestirse, arreglarse. Disfrazarse para jugar también es una buena opción.
- Si les es posible, salir afuera, al patio o balcón a tomar aire, a caminar, o hacer ejercicio.
- Realizar actividades que no sean sólo relacionadas con las pantallas: lectura, dibujos, escuchar música, bailar, ordenar, manualidades, cocinar, meditar. Jugar, aunque seamos adultos.
- Mantener contacto virtual con las personas allegadas.
- Sostener el sentido del humor, nutrirlo con chistes, viendo comedia o ideando cosas graciosas.
- Limitar la información relacionada con el coronavirus. Consumir sólo aquella que nos sea confiable y que no nos genere ansiedad ni angustia.
- Mantener limpio el hogar. Generar rutinas familiares, en equipo para sostener la desinfección y limpieza.
- Hacer actividades o juegos que impliquen mover el cuerpo, deambular, bailar. Sería ideal hacer yoga o algún arte marcial.
- Motivarse y agradecer. Escribir al menos dos razones por día por las que estar agradecido/a y recordarlas en los momentos de queja o frustración.
No podemos controlar el coronavirus ni lo que hacen los demás, pero sí podemos controlar nuestra actitud ante esto.
Dirección de Recursos Humanos
Superior Tribunal de Justicia Chubut